Este 1 de mayo celebramos el Día Mundial del Trabajo. En la actualidad, gozamos de una respetable jornada laboral de ocho horas, sin embargo, esto no fue siempre así. En 1886, en el contexto de la Revolución Industrial, un grupo de obreros de la ciudad de Chicago exigían límites y mejores condiciones de trabajo, ya que se laboraba un promedio de 10 a 15 horas y con una deplorable remuneración económica. Ante esta situación, se paralizaron las actividades industriales y de transporte, para que ocho sindicalistas promovieran la lucha contra la explotación laboral. Se convocó a más de 300 mil obreros para marchar en las calles de Estados Unidos y exigir la reducción de la jornada de trabajo. Los enfrentamientos se dieron entre obreros y policías, quienes atacaron a quemarropa tras la explosión de una bomba que produjera la muerte de varios policías. Luego de acusar a treinta y un activistas por la cruenta protesta, un grupo de ocho anarquistas terminó siendo sentenciados: cinco fueron condenados a la horca y tres a prisión. A este grupo se le denominó como los “Mártires de Chicago” y a ellos se le rinde homenaje el 1 de mayo por la conquista de la nueva jornada laboral: «Ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa», era la consigna de los sindicalistas siniestrados que exigían el cambio. La celebración se estableció en 1889 en un encuentro del Congreso Obrero Socialista de París. En el Perú, la conquista de este derecho se logró el 15 de enero de 1919. Con el tiempo, varios países se sumaron a la fecha y hoy, se celebra en casi todo el mundo.
Desde Ediciones Piza, recordamos y valoramos la lucha extraordinaria de los trabajadores por la defensa de una mejor condición de trabajo, la búsqueda de igualdad laboral entre el hombre y la mujer y por ofrecernos una mejor calidad de vida. Gracias por tu pasión, tiempo y creatividad. ¡Feliz Día del Trabajo!
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